Economías regionales
Las tres empresas que lideran las exportaciones pesqueras tienen presencia en Santa Cruz. Dos de ellas son de capitales españoles. En ese país, reconocen que la industria pesquera gallega “brilla” en España y lo hace con la materia prima argentina.
La pesquería española hace décadas que abrió sus horizontes hacia Argentina y en particular hacia la Patagonia.
En la actualidad, dos de las tres empresas que lideran las exportaciones son ibéricas y sus capturas van, en su inmensa mayoría, a servir de materia prima para la industria pesquera de ese país.
Galicia es una de las regiones con más presencia en la Patagonia. En consonancia con lo que se espera de bonanza para el sector en este 2018, en lo que va de este primer cuatrimestre, 11 embarcaciones de capital gallego alcanzaron capturas por 14.400 toneladas en la campaña potera argentina y 8 de ellas estuvieron en el ranking de las 50 embarcaciones que más volúmenes de pesca registraron.
Materia prima patagónica
Reconocen en Vigo que la industria gallega de transformación de productos del mar “brilla” en Europa, pero que la escasez de materia prima que existe en las aguas de la Comunidad hace que las empresas crucen el Atlántico para abastecerse de los productos de mar argentinos.
El año pasado, a ocho días del cierre de la pesquería, eran seis las firmas gallegas que pescaban langostinos con barcos propios: Pescanova, Iberconsa, Profand, Vieirasa, Videmar y Lanzal.
Otra polémica en escena
Una nueva normativa para la pesca del langostino, permitiendo el ingreso de buques recientemente construidos en el extranjero cuyas dimensiones exceden las que, previamente, habían sido reguladas por parte del Consejo Federal Pesquero, puso el alerta en la industria naval, por el antecedente que genera, además de que provoca un esfuerzo extra sobre el recurso que también, si no es cuidado, puede transformar la panacea de hoy en la desesperación de mañana, algo que Argentina ya vivió.
La mirada está puesta en el buque José Américo, que partió a fines de mayo desde Mar del Plata hacia la zona de pesca langostinera, en aguas nacionales. El mismo tiene una capacidad mucho mayor a la que fue dispuesta, en su momento, por las resoluciones 1.113/1988, 153/2002 e incluso la 07/2018. La autorización para su construcción fue dada en 2015, pero se suponía que tendría 39,9 metros de eslora y una potencia de 1.460 HP, con capacidad para pescar 2.600 toneladas de especies no cuotificadas.
Pero el buque que fue lanzado a la pesca el pasado 24 de mayo tiene 44,21 mts. de eslora, una potencia de 1.620 KW equivalente a 2.172 HP. Aunque luego se modificó dicha potencia, con un precinto colocado por Prefectura, para que tuviera 1.088 KW.
Pese a no cumplir con la reglamentación que barcos de hasta 40 metros de eslora son los que pueden entrar a la pesquería del langostino, de igual forma fue habilitado por la Subsecretaría de Pesca, a cargo de Juan Bosch.
Evasión fiscal
Y por si fuera poco, en los últimos días de mayo cobraron preponderancia las denuncias por evasión fiscal en la pesquería del langostino.
Algo que habría comenzado como una práctica aislada en Chubut y que ahora, afirman, se habría generalizado en connivencia con fresqueros marplatenses, que subfacturan el producto para pagar menos impuestos.
En el mercado, actualmente, el valor de referencia es de 2 dólares el kilo, lo que la planta paga a los barcos que los abastecen. En principio habría barcos de la flota colorada, los fresqueros de altura de Mar del Plata, que abastecen a plantas de procesamiento de Chubut que acuerdan facturar 1,4 dólares el kilo de langostino y lo restante, 0,6 dólares, se pagaría en negro.
Esa práctica se habría comenzado a llevar a cabo en la última temporada por algunas plantas y buques colorados, aunque sostienen que también ocurriría con determinados barcos de flotas menores. La ingeniería contable para defraudar al fisco parecería consolidarse en este arranque de la temporada de pesca en aguas nacionales.
Particularmente ahora, van de Mar del Plata al sur los fresqueros de altura a pescar en aguas de jurisdicción nacional y los desembarques ya comienzan a reportarse en los diferentes puertos de Chubut. Las empresas propietarias de estos barcos trazan acuerdos comerciales con las plantas de procesamiento para su abastecimiento. Hay un precio de mercado de referencia de 2 dólares por kilo. Pero se estaría “pautando” entre las partes “facturar un 30% menos” y así “ahorrarse” las cargas impositivas sobre esa restante parte que se acordaría pagarse en negro.
Fuente: LOA-Pescare-Vigo.es-Revista Puerto
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